CARABINERA MUERTA EN COLOMBIA
La importancia de repensar la soledad.
Por Ingrid Odgers
Encuentran el cuerpo calcinado de ex carabinera
desaparecida en Colombia.
Los restos de la ex carabinera Ilse
Ojeda fueron encontrados este sábado en una zona boscosa del municipio de
Ríonegro e Colombia.
Ilse Ojeda fue Carabinera en nuestro
país y llegó a Colombia el 5 de marzo de este año, con su novio de 28 años, de
nacionalidad colombiana.
Sobre este tema, triste historia de la carabinera Ilse Oeda, me
referiré a la estupidez con que actúan ciertas mujeres ante la soledad.
La soledad; terrible caballo de batalla para quienes se han inclinado
–voluntaria o forzadamente- hacia una especie de existencialismo que,
paradójicamente, no nos deja “existir” en paz. La soledad; si hacemos un parangón,
hidra de nueve cabezas que, cercenadas una a una, vuelven a reproducirse como
en la peor pesadilla del guionista de Alien. Es muy cierto, con razón, la soledad
es uno de los grandes temas en la creación literaria. Lo que me preocupa es que
aun la mujer o la mayoría de las mujeres no comprende que, si queremos ser
no-dependientes, hemos de empezar por las pequeñas cosas cotidianas y que un
hombre, una pareja, es un “plus”, no una necesidad vital. Hay muchas otras cosas
que nos acompañan en al soledad: amistades, lecturas, escritura, el disfrutar estar
a solas, el conocimiento de sí misma como mujer que aporta a la sociedad.
He leído
con detención en cómo existen mujeres que utilizan estrategias que centran su
atención en la problemática y recurren a las redes sociales, hablan con amigos,
consultan terapeutas, retoman estudios, mejoran laboralmente, se
informan, viajan, hacen vida familiar, conforme a lo que describió Cruppi, y
resaltó: “Las mujeres parecen ser más resilientes y con un poder de adaptación mayor. Se sostienen con
el trabajo, los hijos, la vida social, etc.".
Sin embargo,
el caso de Ilse, fue muy diferente, centró en un hombre su futura felicidad, para
peor, en un hombre al que casi le doblaba la edad, entonces, se arriesgó a la aventura,
a la ambición del joven, a los anhelos de un joven, que al parecer es un amoral
de primera categoría. Y que la llevó a la muerte. Si ella hubiera pensado en otras
formas de sobrellevar su existencia y no fundamentada en el “amor” que este joven
le ofrecía con todas sus incertidumbres, todavía estaría entre nosotros.
Estimada, hay dos formas de enfrentar la soledad a cierta edad, una es con depresión y la otra es todo lo contrario, con euforia. Al parecer, Ilse, fue atrapada por la segunda y cayó en manos de un psicópata, le compró auto, moto, repartió dinero, se dio la gran vida como si el mundo se fuera a acabar y lamentablemente, se acabó para ella.
ResponderEliminarlamentablemente, así fue. Saludos!!
ResponderEliminarCreo que la soledad, es un bien poco apreciado todavía , la soledad y el silencio son lujos , según Jose Donoso en su libro, El jardín de al lado. No sé si la mujer medianamente educada está dispuesta a llevar como caballo de batalla esta apreciación ( muy personal por lo demás ) En lo que si creo firmemente es en replantearse la idea de estar sola , visitar un psiquiatra es válido siempre , sobre todo cuando nos educaron para no estar solas
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